
Todo el mundo debe trasladarse a otro lugar en algún momento de su vida. Algunas personas incluso cruzan fronteras para encontrar trabajo, recibir una mejor educación o reunirse con su familia. Sin embargo, en muchos casos, el desplazamiento no es algo elegido, sino la única forma de escapar de la violencia, la discriminación y la marginación.
Muchas personas lesbianas, gais, bisexuales, trans, intersexuales y queer (LGBTIQ+) se ven obligadas a dejar sus comunidades en busca de un lugar más seguro y acogedor al que llamar hogar por ser esta la única forma de encontrar trabajo, acceder a servicios sanitarios o resguardarse de la pobreza, el rechazo familiar, la criminalización, las amenazas y la violencia. Para algunas de esas personas, ello implica pasar de un pueblo pequeño a una gran ciudad. Para otras, tener que trasladarse de una parte del mundo a otra, sobreviviendo a un viaje peligroso y superando obstáculos extraordinarios para tratar de encontrar un lugar donde poder vivir abiertamente su verdadera identidad.
A menudo, la discriminación no desaparece cuando llegan a su destino. Muchas personas LGBTIQ+ siguen enfrentándose a prejuicios, acoso y violencia, tanto debido a su procedencia como a su orientación sexual, su identidad de género/expresión de género o sus características sexuales. Las personas trans y no binarias están especialmente en riesgo. Incluso los actos cotidianos en los que la mayoría de nosotros no reparamos, como ir al médico o abrir una cuenta bancaria, pueden ser peligrosos para las personas indocumentadas ya que pueden terminar deportadas o encarceladas. Las personas LGBTIQ+ migrantes también tienen más probabilidades de no tener un hogar donde vivir, de tener que pagar alquileres elevados o de vivir en condiciones precarias. Al no poder encontrar una comunidad que realmente les acepte, estas personas suelen luchar contra la soledad, la indefensión y la depresión. Además, a menudo se ven obligadas a aceptar trabajos con poca protección y malas condiciones laborales. Para quienes también sufren marginación por otros motivos, como su raza, origen étnico, edad, sexo, discapacidad, religión u otras características, la situación puede ser aún más precaria.
Todo ser humano tiene derecho a ser simplemente quién es, sin tener que enfrentarse a la violencia y la discriminación. Juntos podemos crear un futuro libre de prejuicios, al que todas las personas verdaderamente pertenezcan, sin importar quiénes sean, a quién amen o de dónde vengan.
Si estás de acuerdo, ayúdanos a correr la voz:
Campaña Libres e Iguales de las Naciones Unidas y la OIM: La historia de Apollo
Sé tú el cambio:
- Infórmate sobre las experiencias de las personas LGBTIQ+ que se desplazan, sus problemas y preocupaciones.
- No guardes silencio cuando presencies cualquier tipo de estigmatización, discriminación o violencia contra las personas migrantes o LGBTIQ+, independientemente de su origen.
- Participa en programas de voluntariado en organizaciones y albergues locales que atiendan a migrantes LGBTIQ+.
- Contribuye a transmitir una imagen positiva de las personas migrantes y la migración difundiendo nuestro mensaje en línea y en las redes sociales con la etiqueta #StandUp4Migrants.
Campaña Libres e Iguales de las Naciones Unidas y la OIM: La historia de Jen
Los Gobiernos deberían:
- Identificar cuáles son las necesidades de las personas migrantes LGBTIQ+ y proporcionarles el apoyo y la asistencia que realmente necesitan.
- Informar a las personas migrantes LGBTIQ+ sobre sus derechos y cómo pueden ejercerlos.
- Reconocer que la persecución por motivos de orientación sexual, identidad de género, expresión de género y características sexuales es un motivo válido para solicitar asilo.
- Sensibilizar y formar al personal de migraciones y a otros funcionarios públicos sobre los derechos humanos de las personas LGBTIQ+, incluida la necesidad de garantizar una comunicación respetuosa y evitar los estereotipos y las preguntas y procedimientos indiscretos, humillantes e inapropiados.
- Establecer una clara separación entre los proveedores de servicios públicos y las autoridades encargadas de la aplicación de la ley de migraciones para garantizar que las personas migrantes LGBTIQ+ indocumentadas puedan ejercer sus derechos, incluidos los derechos a la salud, la educación, la vivienda y el trabajo decente.
- Evitar el uso de un lenguaje y de una retórica que transmitan una imagen negativa de las personas migrantes, incluidas las personas LGBTIQ+. Garantizar que se adopten medidas para prevenir, vigilar y combatir la estigmatización y los incidentes de racismo, xenofobia, incitación a la discriminación, al odio y a la violencia, y hacer que los responsables rindan cuentas de sus actos.
- Garantizar la continuidad, la accesibilidad y la calidad de los servicios de salud para las personas migrantes LGBTIQ+, sin discriminación por motivos de orientación sexual, identidad o expresión de género, características sexuales o estatus migratorio.
- Garantizar la seguridad en los albergues. El personal de los albergues debe garantizar la seguridad de las personas alojadas en ellos, independientemente de su identidad de género, expresión de género, orientación sexual, características sexuales o estatus migratorio, y debe proporcionar un alojamiento adecuado con instalaciones sanitarias y dormitorios idóneos.
- Eliminar las barreras administrativas innecesarias que impiden a las personas LGBTIQ+, incluidas las migrantes, ejercer sus derechos.
Campaña Libres e Iguales de las Naciones Unidas y la OIM: La historia de Muhab